Reina del silencio
Majestuosas formas graníticas
Surcan olas relucientes
De hielo milenario.
Paredes desnudas,
De fría piel,
Insensible a los rayos del sol.
Nada parece inmutarse
En la perfección de la Montaña,
Imponente reina del silencio.
En silencio se escurren
Eternas cascadas de nieve.
En silencio lloran
Los glaciares milenarios su lenta retirada.
Y el Hombre, arrogante,
Desafía a la Montaña.
Entonces la Montaña
Desata la furia
De sus avalanchas.
Ruge como bestia herida
Al arrancarse
En pedazos su piel.
Corren rápidas como el tiempo
Las lágrimas de los glaciares,
Para perderse en ríos, lagos y océanos,
Para pasar a ser parte
De algo mucho más grande,
Bajo la única condición de renunciar
Para siempre a su identidad.
Así se pierden
Los pequeños sentimientos humanos
En el gran mar del olvido.
Entonces la Montaña, arrogante,
Desafía al Hombre
Recordándole que ella ha nacido primero,
Más cerca del cielo.
Corren las frágiles lágrimas
Por mis mejillas
Al creer, por un instante,
Poder alcanzar la Montaña.
Nota para el lector
Al poner algo de orden en el entretecho, los textos han sido guardados en cajas apiladas desde abajo hacia arriba, en el siguiente orden:
- La isla azul
- Retrato de familia
- Álbum de fotos
- Mitos urbanos
- Los cachureos
- Patagonia
- Océano
La pila de trastos está justo acá abajo. Te invito a buscar y desempolvar...